
El objetivo de la inversión es adquirir las cinco unidades de forma conjunta, renovarlas completamente, equiparlas y amueblarlas para destinarlas a un modelo de ingresos por cesión de espacio. Un operador especializado en co-living se encargará de gestionar integralmente la operación, incluyendo la relación con los arrendatarios, para maximizar la rentabilidad.
Los ingresos netos generados se repartirán entre los inversores en proporción a su aportación al proyecto. Las unidades se arrendarán principalmente para estancias medias, lo que puede generar variaciones en la rentabilidad según la temporada y la ocupación. Una vez que se alcance un flujo de ingresos estable, se buscará la venta de las unidades como parte de la estrategia de retorno.